Bienvenidos a la segunda parte de los desafíos titánicos en video juegos.
Esta vez dedicado a los retos end game de dos grandes juegos, nuevamente uno es de PS1 y otro de PS2.
Los juegos en cuestión son Parasite Eve y Dark Cloud.
No es un juego que haya vendido millones, pero sí es un juego que siempre es muy bien valorado, es bien conocido y tiene montones de fans. Una extraña pero fascinante mezcla de survival horror con RPG, un cóctel grandioso de géneros traido a la vida con hermosos gráficos low poly. Y es justo la primera parte la que tiene un equilibrio más justo entre ambos géneros y algo así no pudo haber salido de otra compañía, sino de Squaresoft, la grandiosa Squaresoft de la generación PS1.
Survival horror con los encantadores menus RPG de Squaresoft.
Bien, pues este juego tiene un desafío titánico, un reto verdaderamente infernal.
Ya en la primera parte hablaba de Serpahic Gate y Via Infinito de Valkyrie Profile y FFX-2 respectivamente y lo retadores que pueden llegar a ser. Pero, comparados con el reto de Parasite Eve 1, son un juego de niños.
De lo que hablo es de: La torre Chrysler. De lejos el reto más difícil de los 4 que se abordan como desafíos titánicos. No sé si fue el tiempo en el que lo jugué, siendo más joven o qué fue lo qué pasó, pero fue un reto inusualmente difícil para mí.
Y quizá lo que sea más escandaloso, es que es un reto end game como los otros 3 de esta serie de post, un reto extra para completar final del juego, si quieres seguir jugando, pero, existe un gran PERO.
La torre Chrysler no es un simple reto end game más, sí, está oculto y sí, puedes ver correr los créditos del juego sin poner un pie ahí, pero: la diferencia es la recompensa que te ofrece.
En este caso el verdadero jefe final se encuentra en el último piso de la torre Chrysler y el verdadero final del juego se oculta tras ese reto monstruoso a superar.
La historia de Parasite Eve se desarrolla en Nueva York y una de sus torres icónicas que alguna vez fue uno de los edificios más altos del mundo es la torre Chrysler. Para poder acceder a ella primero tendremos que haber terminado el juego y conseguido el final "falso" al menos una vez.
Tenemos nuevamente la complicación de que podremos salvar el juego sólo cada 10 niveles, después de haber derrotado a el jefe de ese nivel y estos jefes son más que mortales.
La torre tiene 77 niveles llenos de poderosos enemigos y para hacerlo todo más complicado, olvídate de mapas o guías que te ayuden, los niveles de la torre (excepto los de los jefes) están randomizados, por lo que cada vez que lo intentes el layout del nivel será distinto.
Sí, esas son cucarachas gigantes.
Sin hacer spoilers de ningún tipo, les platico que definitivamente el jefe más difícil para mí (después del jefe final ¿o igual de difícil?) es la cucaracha gigante del nivel 50. ¿Por qué es tan difícil? Pues para resumir:
tiene un mucho HP, mucha defensa, mucho ataque y no se muere y no se muere y no se muere y no se muere... Y lo peor de todo es que expulsa una larva que si no matas a la cucaracha principal y dicha larva rápidamente; esta crece y se convierte en una cucaracha igual de fuerte que la otra y esa cucaracha también deja su larva y crece y deja otra larva que crece y deja otra y otra y otra...
O sea, tienes que ser rápido y letal para terminar esta pelea contra el jefe del nivel 50.
Si crece una tercera cucaracha, será demasiado tarde. No vas a tener HP ni municiones suficientes para poder ganar. Conclusión: Una pesadilla.
Pasamos con Dark Cloud de PS2. Quizás este juego sea un poco más una joya oculta, porque no tantas personas lo conocen ni lo han jugado. Pero es un juego encantador.
Afortunadamente ganó relevancia porque tiene una muy buena secuela también en PS2. De hecho creo que muchas más personas hablan de y han jugado Dark Cloud 2.
Y también ganó relevancia cuando se lanzó para PS4 hace pocos años y es parte de la colección de juegos de PS2 que están disponibles para jugar en PS4 adquiriéndolos en la tienda digital.
Además es un juego desarrollado por Level-5, compañía que más tarde crearía RPGs muy populares como la serie de Ni No Kuni y Yokai Watch.
Muchas veces he visto que este juego es injusta y tontamente comparado con The Legend Of Zelda, por el diseño de sus personajes y en especial por el protagonista, que lleva un gorro verde, guantes y no habla. Pero no tiene nada que ver con Link, se llama Toan y tiene un poncho naranja.
Obvio que eso no es lo único diferente. El juego se separa totalmente en su jugabilidad que es mucho más enfocada a lo RPG.
Toan envenenao.
Toan el constructor.
Debido a las calamidades que ocurren en este juego, todas las aldeas y poblaciones del juego han sido afectadas y para protegerlas fueron encerradas en esferas. No entraré en detalles para evitarles posibles spoilers. Las casas y otros elementos de las aldeas están fragmentados en piezas que vas encontrando en los calabozos y tienes la obligación de reconstruir las aldeas, encontrar las casas de los habitantes y adecuarlas a sus gustos y necesidades. Un aspecto del juego bastante original.
A que ya no suena nada similar a The Legend Of Zelda, ¿no?
Pero pasamos a lo que nos interesa, el reto titánico. En este caso es un calabozo gigantezco llamado Demon Shaft. Cuenta con 100 niveles, un jefe final en el piso 100 y puedes acceder luego de haber derrotado al otro jefe final, el de la historia principal del juego.
Afortunadamente aquí sí puedes salir del calabozo en cualquier nivel y salvar tu partida.
Nivel 18, sólo te faltan 82 más Toan.
Dentro del Demon shaft vamos a encontrar a la gran mayoría de los enemigos que habitaban los otros calabozos y algunos enemigos nuevos que no existen en ninguna otra parte del juego.
También debo decir que este calabozo end game es exclusivo de la versión americana del juego, pues no está incluido en la versión japonesa. Sí, es extraño, pero se agradece el detalle.
Cada 20 niveles cambia el elemento de los monstruos, es decir, hay 20 niveles de monstruos de fuego, otros 20 de tierra, agua y aire. En función de eso debes elegir tus armas y los personajes con los que juegas.
Cada 20 niveles cambia el elemento de los monstruos, es decir, hay 20 niveles de monstruos de fuego, otros 20 de tierra, agua y aire. En función de eso debes elegir tus armas y los personajes con los que juegas.
A pesar de que no son muy difíciles en comparación con los monstruos de los calabozos finales, es verdaderamente un reto de determinación, pues los niveles están randomizados y en cada uno tienes que encontrar un mapa y un item que te permitirá avanzar al siguiente nivel. El mapa y el item especial a veces están dentro de cofres de tesoro o a veces los dropean los enemigos al derrotarlos y la mayoría del tiempo los niveles son bastante grandes y con muchos enemigos por lo que completar el Demon Shaft es toda una hazaña.
¿Alguna vez completaste al menos uno de estos retos titánicos? Si es así, tienes mi respeto.
Cambio y fuera.
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