Prólogo:
Esta es la primera vez que el post mensual de este blog no se trata sobre video juegos.
Pero como es Octubre y todos o creo que la mayoría entramos un poco en ese ánimo de terror del Halloween, pues quise hacer del post una creepypasta.
Originalmente la escribí para el concurso de creepypastas del canal de Youtube "Evil Doge" que es un canal dedicado a hablar de Evangelion.
La creepypasta intencionalmente guarda paralelismos con la serie y los personajes de Evangelion, además de que también de forma intencional tiene ciertos elementos absurdos para no olvidar que las creepypastas son historias locas nacidas en Internet y que reflejan su cultura.
La creepypasta intencionalmente guarda paralelismos con la serie y los personajes de Evangelion, además de que también de forma intencional tiene ciertos elementos absurdos para no olvidar que las creepypastas son historias locas nacidas en Internet y que reflejan su cultura.
Afortunadamente, gané el concurso y la talentosa persona detrás de ese canal hizo un excelente trabajo con la edición del video y la narración de la historia.
Así que más que leer el post, les recomiendo ver el video.
En el blog publico la versión integra, tal cuál la escribí, porque obviamente para hacerla amigable a los estándares de Youtube, se tuvieron que omitir palabrotas. Por eso aquí les presento el director's cut, la creepypasta escrita sin ninguna censura.
Sin más rodeos, aquí está el video y más abajo la creepypasta como texto.
Así que más que leer el post, les recomiendo ver el video.
En el blog publico la versión integra, tal cuál la escribí, porque obviamente para hacerla amigable a los estándares de Youtube, se tuvieron que omitir palabrotas. Por eso aquí les presento el director's cut, la creepypasta escrita sin ninguna censura.
Sin más rodeos, aquí está el video y más abajo la creepypasta como texto.
Creepypasta: El ritual de
Evangelion
Autor: Juppix
Hola. Me
llamo Eduardo y tuve una experiencia muy perturbadora relacionada con
Evangelion que me gustaría contar. Soy un estudiante común y corriente de
escuela secundaria, o lo era hasta que me sucedió esto.
Comencé
a ver series de anime desde que era muy pequeño, porque a mi hermano mayor le
gustaba. Reconozco que la primera vez que vi Neon Genesis Evangelion no entendí
casi nada, pues no tenía la madurez suficiente, era sólo un niño. Tomé
prestados unos viejos DVDs de mi hermano, y ahí tenía los capítulos de
Evangelion. La calidad no era muy buena, algunas escenas se veían borrosas y
los discos estaban rayados, así que el reproductor se saltaba a veces algunas
partes.
Pero me
gustaba ver las peleas de los Evas contra los ángeles. Fuera de eso, no entendí
muchas cosas.
Al pasar
de los años olvidé a Evangelion, pero hace poco, cuando anunciaron que la serie
iba a estar en Netflix, me emocioné mucho. Pensé que era la oportunidad
perfecta para ver la serie de nuevo y entender todas las cosas que antes no
pude.
Entonces
seguí páginas de Evangelion y me uní a grupos en las redes sociales mientras
esperaba el estreno de la serie en Netflix. Me di cuenta que todos estaban
emocionados igual que yo. Todos los días compartían fan arts, videos, fotos con
merchandising, etc.
Me
contagiaron de su entusiasmo y quise comprar una figura de un Eva, una taza, o
algo de ropa, lo que fuera.
A unos
cuantos metros afuera de mi escuela, hay una tienda donde venden anime pirata,
figuras y artículos coleccionables. Decidí ir después de clases a ver qué
tenían. Cuando entré al local, me di cuenta que estaba dentro un compañero de
la escuela. Era un chico muy raro que casi siempre estaba solo y hablaba con
muy pocas personas. Iba todos los días con una sudadera negra, usaba el cabello
largo y tenía un guante de cuero negro en la mano derecha. Él ni siquiera me
volteó a ver.
No le di
importancia y me puse a ver todo lo que tenían en exhibición, intentando
encontrar algo de Evangelion. Tenían muchas cosas a la venta, tardé en decidir,
pero lo que más me gustó fue una figura del Eva 01 con su rifle de asalto. Así
que tomé la figura y fui a pagarla.
La chica
de la tienda me dijo —Todos están comprando algo de Evangelion, otra vez está
de moda.
Le
pagué, me dio mi cambio y ya me iba, cuando me detuvo y me dijo —Espera
—Extendió su brazo y me dio una especie de revista con una imagen de Evangelion
en la portada — Es en agradecimiento por tu compra. Acepté y le di las gracias.
Si hubiera sabido todo lo que iba a pasar, no hubiera puesto un pie en esa
tienda.
La
revista era en realidad una guía de episodios, donde mencionaban los nombres
completos de los personajes y los ángeles, además que analizaban un poco cada
uno de los capítulos de la serie. Se veía usada y que era algo vieja, pues
estaba maltratada. De todas formas pensé que era el complemento perfecto para
disfrutar una segunda vez de este anime.
Le di
una hojeada rápida a la revista y la guardé en mi cajón hasta el día del
estreno.
Era el
gran día, por fin Neon Genesis Evangelion se estrenaba en Netflix. Todos
hablaban de eso en las redes sociales. Yo estaba revisando cada diez minutos,
pero aún no aparecía la serie en mi cuenta de Netflix.
Mientras
esperaba, saqué la revista del cajón y la revisé nuevamente. Pero mientras
pasaba las páginas rápidamente, un papel doblado cayó del interior. Era una
hoja de cuaderno, estaba cuadriculada y tenía algo escrito a mano, con
bolígrafo y con una escritura bastante fea e incluso algo difícil de entender.
Sólo el título estaba con tinta roja y decía "Ritual de invocación de los
17 ángeles", en el resto de la hoja venían unas instrucciones que parecían
de brujería y a final decía que era un ritual que te otorgaba el poder de los
ángeles y el máximo entendimiento de Evangelion.
Sinceramente
me pareció ridículo y hasta me dio risa. Pensé "¿Qué es esta
tontería?", pero no debí burlarme, y mucho menos intentarlo.
Revisé
nuevamente mi cuenta de Netflix y por fin apareció Evangelion. Vi 5 capítulos
seguidos.
Lo
estaba disfrutando mucho y estaba clavado. Estaba solo en mi casa, pues mis
padres habían salido y mi hermano mayor ya no vive con nosotros. Quizás fue
producto de la emoción, de la curiosidad, el ocio; o la combinación de todo,
pero decidí intentar el ritual que estaba escrito en la hoja que salió de la
revista.
Según
las instrucciones, sólo necesitaba 17 velas, unos cerillos y el capítulo número
6 de Evangelion, que era el próximo que iba a ver, así que tenía otro pretexto
para intentarlo. Fui por las velas que usaba para mi ofrenda del día de
muertos, apagué las luces y prendí la TV.
Seguí
las instrucciones del ritual tal como estaban escritas. Con el brillo de la TV
apenas podía leer lo que decía el papel, sin mencionar la escritura que parecía
por momentos un garabato. Pero el ritual era fácil de realizar.
Puse el
episodio 6, después de ver el opening,
conté un minuto y pausé el video, encendí la primer vela y entonces dije en voz
alta "Adán, ángel destructor del hombre, yo te invoco". Lo hice tal
como decía en el papel. Avancé otro minuto, puse pausa, encendí la segunda vela
y dije "Lilith, ángel creador del hombre, yo te invoco". Para el
tercer minuto también encendí la vela de Sachiel y lo llamé diciendo
"Sachiel, ángel que castiga al hombre, yo te invoco"
Así
continué sucesivamente, pausando el video minuto a minuto e invocando a los
ángeles con frases similares. Finalmente llegué al minuto número 17. Para ese
entonces ya me encontraba rodeado de un círculo de velas encendidas, era mucho
más fácil leer las instrucciones del ritual. Así que llamé al último ángel,
"Tabris, ángel que ama al hombre, yo te invoco".
Para
terminar el ritual, la hoja decía que tenía que regresar el video y pausarlo en
el minuto 6 con seis segundos, decir en voz alta "zankoku na tenshi no you
ni" y esperar 6 minutos así, antes de apagar las velas.
Conté
los seis minutos y no noté que hubiera pasado nada. Me sentí tonto por haber
hecho todo eso. Comencé a apagar las velas, cuando de repente la pausa se quitó
por sí sola. Yo no había tocado el control remoto. Fue el audio que escuché de
pronto, lo que me hizo darme cuenta que el video se estaba reproduciendo y me
hizo saltar un poco. Miré rápidamente la TV, la parte donde puse la pausa era
un frame donde está Misato y cuando alcé la vista me pareció ver que su cabeza
dio la vuelta como si tuviera el cuello dislocado. No lo pude apreciar bien
porque estaba apagando las velas. Todo eso me comenzó a dar un poco de miedo.
Regresé el video para ver si realmente Misato giraba su cabeza de esa forma tan
extraña, quizás era un error de animación o algo parecido.
Lo
regresé unas tres veces, pero no vi nada extraño en Misato.
Pensé
que era mi imaginación y mejor me fui a dormir.
Al día
siguiente en la escuela, traté de no pensar en eso, pero al escribir, noté que
me dolía la mano.
Intenté
sobarme y sentí una hinchazón, como una pequeña protuberancia en la palma. No
le di importancia y seguí con mi rutina hasta que llegué a mi casa dispuesto a
ver más capítulos de Evangelion. Así transcurrieron un par de días. Noté que al
terminar de ver los capítulos, comprendía totalmente la historia. Fue como si
ya lo hubiera visto diez veces antes.
Mi mano
seguía doliendo de repente y la protuberancia creció un poco, pensé que era un
moretón que me hice sin darme cuenta.
Pero lo
peor comenzó después.
Ya un
poco avanzado en los capítulos de Evangelion, sucedían cosas muy extrañas.
Cosas perturbadoras que sabía que estaban mal y no deberían estar ahí.
Escenas
en las que los personajes tenían la mirada perdida, escenas donde a los
personajes les salía una voz perturbadora y escenas donde había grandes manchas
de sangre en los fondos o en los escenarios, sin ninguna razón o explicación. A
veces pensaba que era mi imaginación, regresaba el video y ya no estaban ahí.
Sentía que algo no estaba bien conmigo, me estaba volviendo loco.
El punto
que me quebró, fue un día, cuando estaba viendo el episodio 11, ese cuando no
hay electricidad en Tokyo 3. En una de las escenas donde Shinji, Rei y Asuka
caminan por los túneles oscuros de Nerv, detrás de ellos apareció la figura de
un Shinji niño, con los ojos en blanco y una sonrisa psicópata. Yo recordaba
ese capítulo y sabía que eso no debía suceder. Regresé rápido el video a esa
parte. Supuse que la escena nuevamente iba a desaparecer, que era producto de
mi imaginación. Pero no fue así. Ahí estaba esa pequeño Shinji de aspecto
demoniaco.
Era
suficiente. Pensé que mi versión de Netflix quizás era una copia alterada. Que
alguien me estaba jugando una broma. Aunque en el fondo sabía que todo era a
causa de ese estúpido ritual que hice. Estaba perdiendo la cordura. Le escribí
a mi amigo Edgar, que era el único que también estaba viendo Evangelion en
Netflix. Le pedí que pusiera el capítulo 11 y le dije el minuto de la escena
específica. — ¿Lo ves?, un Shinji pequeño con los ojos en blanco — le escribí.
Me respondió
— Estás loco. Ya no te drogues.
Me enojé
y le dije — Pinche puto, ya no me hables.
Me fui a
dormir decepcionado de que no me creyera. Decidí que lo mejor era dejar de ver
Evangelion.
Al día
siguiente Edgar no fue a la escuela. Pasado del mediodía la maestra nos dijo
que Edgar se había accidentado camino a la escuela. Me sentí culpable por
haberme enojado con él, pero pensé que era una coincidencia.
Esa
misma tarde llegué a mi casa y me puse a hacer tarea. Pero no pude, me sentía
muy mal, sudaba mucho y mi mano comenzó
a dolerme más. No podía dejar de pensar en Evangelion, sentía una necesidad urgente
de verlo, es como si fuera una adicción a la peor de las drogas. Aventé mis
cuadernos y tuve que prender la TV. Estaba dispuesto a ver más capítulos y a
encontrar nuevamente algo perturbador, pero esta vez, le tomaría una foto para
tener una evidencia.
Y justo
así sucedió. Al principio todo iba normal, pero en cierta escena Asuka se subió
a su Eva y al hablar su voz se distorsionó y sus ojos se pusieron en blanco.
Tomé el control remoto y regresé el video a esa parte. Afortunadamente la
imagen de Asuka con los ojos en blanco estaba ahí.
Le tomé
una foto. Me sentía espantado de que me sucediera eso, pero a la vez aliviado
porque ahora tenía una evidencia.
Apagué
la TV y subí la foto a las páginas y grupos en redes sociales de Evangelion.
"¿A
alguien más le pasa esto con Evangelion en Netflix?" "Escenas
perturbadoras en Evangelion" "Me pasan cosas raras al ver
Evangelion"
Hice
como 20 post con esos títulos en distintas páginas y grupos, obviamente
subiendo la foto que había tomado. Estaba impaciente y ansioso esperando que
alguien me respondiera, que alguien lo confirmara, que me dijeran que no me
estaba volviendo loco.
Después
de unos minutos, mi teléfono comenzó a vibrar recibiendo notificaciones. Pero
las respuestas no fueron lo que yo esperaba. "Pinche mentiroso, a mí no me
pasa" "Fake" "Tu photoshop barato". Hasta me hicieron
memes riéndose de mí.
Me
sentía desesperado, bastante mal como para tener que lidiar también con
personas que me llamaran mentiroso y se burlaran de mis problemas, así que borré
las publicaciones y también la foto.
Pensé
que si en lugar de una foto, grababa unos segundos de video, sería más creíble.
Repetí
el proceso. Busqué la parte del capítulo donde se le ponen blancos los ojos a
Asuka y habla con una voz distorsionada. Tomé mi teléfono para grabar la escena
pero justo entonces apareció en la pantalla un error de Netflix que decía que
por el momento no podía reproducir ese título. No lo podía creer. Espere unos
minutos e hice otro intento. Pude reproducir el capítulo, pero al tomar mi
teléfono para grabar, nuevamente saltaba ese estúpido error. Es como si supiera
que quería grabarlo y a propósito apareciera el error. Entre la frustración, el
miedo y un sin fin de intentos, miré la hora y eran las 2 AM. Me fui a dormir.
Al
despertar la mañana siguiente y bajar de la cama, puse mis pies sobre el suelo
y sentí que me mojaba. Mire hacia abajo y me sorprendió ver un charco de
líquido amarillo. Me toqué los calzoncillos para sentir si me había orinado en
la noche. Pero estaba seco. Pensé "¿Es posible que sea LCL?"
Ese fue
el inicio de uno de los peores días de mi vida. En la escuela no podía
concentrarme, estaba muy desvelado, seguía con el dolor en mi mano y encima de
todo, la maestra me castigó porque me quedé dormido en clase y no había hecho
la tarea. Me dijo que tenía que quedarme después de clases a terminar todo lo
que no había hecho.
Cuando
todos se fueron a sus casas, yo fui a la sala de maestros, saqué mis cuadernos
y me puse a hacer la tarea. "Al menos aquí no tengo la tentación de ver
Evangelion" pensé. Pero de todas formas, a mitad de mi tarea, comencé a
ver las letras borrosas y a sentir mi cuerpo muy pesado, llevaba horas
bostezando. Dejé de pelear contra el sueño. Puse mis brazos como almohada y me
recosté a dormir en la banca.
Cuando
desperté, ya era de noche. No había nadie en la escuela y habían apagado las
luces de todos los salones. Guardé mis cosas en la mochila y caminé rápido
hacia la salida, pero tenía que pasar por un largo pasillo. Mientras lo hacía,
escuché unos pasos lejanos detrás de mí y al voltear a ver, al final del
pasillo, en medio de la oscuridad vi una figura espectral y era Rei Ayanami. No
podía creerlo. Siempre quise con todo mi corazón que las waifus fueran reales y
cuando finalmente sucedió, estaba muerto de miedo, a punto de orinarme en los
pantalones. Corrí lo más rápido que pude a la salida y desde fuera volví a
mirar al corredor, pero Rei ya no estaba.
Iba en
el metro de regreso a mi casa. Estaba cansado de esa situación. No quería pensar
en nada. Sólo saqué mis audífonos y me puse a escuchar música mientras el metro
llegaba al final de la línea. Cuando salí de ahí, iba caminando por la calle y
a pesar de que casi no había iluminación se veía con mucha claridad. Entonces
subí la mirada para ver el cielo y buscar la Luna y ahí estaba, era Luna llena,
sólo que detrás de la luna vi la cara gigante de Rei Ayanami. Me recorrió un
escalofrío por todo el cuerpo, no soporté más y me salió un grito de terror que
hizo que una señora se acercara con preocupación a mí. —¿Qué te pasa hijo? —Me
sacudió de los hombros —¿Estás bien?
Miré a
la señora y enseguida señalé con mi mano hacia la Luna. Pero el rostro
gigantesco de Rei había desaparecido. La señora me miró consternada y me dijo
—Sólo es la Luna.
Me eché
a correr hasta que llegué a mi casa. Lo primero que hice fue cerrar todas las
ventanas y cortinas. No me atrevía a ver la Luna.
Esa
noche vi más episodios de Evangelion, como si fuera una necesidad enfermiza.
Sabía de antemano que iban a suceder cosas malas. Que mi cuenta de Netflix
estaba alterada. Pero tenía que verlo, no podía detenerme. Me preguntaba qué
pasaría cuando terminara de ver todos los episodios. Quizás así se pasarían los
efectos del ritual. O quizás sucedería algo peor. No estaba seguro. Esta vez,
en una de las partes donde Rei tiene uno de sus monólogos existencialistas,
apareció en pantalla desnuda, con un cuerpo infantil pero deforme, la cabeza
agrandada, una sonrisa perturbadora y un cuchillo en la mano. De inmediato supe
que eso no era normal, que iba a suceder algo malo. La imagen se congeló por
unos segundos. Cuando volvió a tener movimiento, comenzó a escucharse el llanto
de una niña y Rei se cortaba el cuello con el cuchillo que tenía en la mano y
su cabeza iba desprendiéndose poco a poco, pero no dejaba de sonreír.
Ni
siquiera hice el intento de tomar una foto o grabar. Sólo aparté la mirada de
la TV, apreté fuerte mis ojos y cubrí mis oídos. La televisión parpadeó por
unos segundos y el episodio volvió a la normalidad.
Al día
siguiente, sucedió lo más horrible. Me desperté para ir a la escuela como
siempre, pero al lavarme la cara para librarme de la somnolencia, y frotar mi
mano contra mi rostro, me dolió y sentí algo extraño.
Abrí
bien los ojos y miré la palma de mi mano, lo que comenzó siendo una pequeña
protuberancia y lo que pensaba que era un moretón, había crecido mucho más y
ahora era enorme, tenía un ojo y una especie de cuerpo. No había duda, era el
embrión de Adán, tal como el que tiene Gendo cerca del final de la serie en su
mano. Era totalmente asqueroso y me aterraba al mismo tiempo. Por momentos
sentía como si se moviera y constantemente sentía una pulsación, como si fueran
los latidos de su corazón.
Tomé una
venda y envolví mi mano para cubrir el embrión. No podía dejar que nadie lo
viera.
Con todo lo que sucedió, decidí no ir a la escuela. Realmente me
encontraba mal y no estaba en condiciones de estudiar. Sabía que necesitaba
ayuda, pensé en ir con un doctor pero seguramente iba a pensar que mi mano
estaba infectada y quizás hasta me la cortaban. Nadie me iba a creer que era el
embrión de un ángel.
No podía
acudir con cualquier persona. Tuve la idea de ir con mi hermano mayor. Después
de todo él sabía sobre Evangelion y no se iba a burlar de mí. Fui a su casa y
por suerte estaba ahí. Me preguntó que por qué no estaba en la escuela y qué me
había pasado en la mano. Sólo le dije que me había lastimado, que no era nada,
eso fue lo que le dije a todos. Le platiqué la situación, pero hasta cierto
punto. No le mencioné nada sobre el ritual, ni del embrión. Sólo le dije que me
estaban pasando cosas raras al ver Evangelion.
Le
expliqué con detalle las escenas anormales con las que me había encontrado. Noté
cierta incredulidad de su parte, pero no me interrumpió, me dejó explicarle
todo.
—
Evangelion, qué buenos tiempos y qué recuerdos — Me dijo. A continuación
encendió su televisión y me dio el control remoto — A ver, enséñame en dónde
aparecen esas escenas tan locas.
Comencé
por el episodio donde no hay electricidad en Tokyo 3. Pero, no estaba la escena
extraña.
Rápido
cambié al capítulo donde Asuka tenía los ojos en blanco y la voz distorsionada,
pero tampoco se veía nada fuera de lo ordinario. Por último puse el episodio
que había visto el día anterior donde Rei se cortaba la cabeza. y, sí,
adivinaron. Tampoco pude encontrar esa parte cuando quise mostrársela a mi
hermano. Por un momento me miró como si yo estuviera loco, mientras yo repetía
en voz baja "no puede ser, no puede ser".
— ¡Ya sé!
—Le dije — ¡debe ser mi cuenta de Netflix la que está alterada!
Entonces
salí de su cuenta e ingresé en la mía. Estaba seguro que iba a funcionar y
podría demostrarle a mi hermano que no estaba loco. Pero desgraciadamente, no
fue así. El problema tampoco era con mi cuenta de Netflix, pues no pude
encontrar las escenas perturbadoras.
Mi
hermano estaba evidentemente desconcertado con mi comportamiento, me dijo que
de seguro era el estrés de la escuela, que me estaba imaginando todo y tenía
que relajarme.
No quise
preocupar más a mi hermano, así que no insistí y le dije que probablemente
tenía razón.
¿Qué más
podía hacer? Estaba desesperado, buscando una solución y fue entonces cuando
pensé en algo que debí hacer desde el principio. Ir a la raíz del problema.
¡Cómo no lo pensé antes! ¡La bruja de la tienda de anime! Ella me dio la
revista a propósito, todo lo que me estaba pasando era su culpa. Así que sin
más demora fui a la tienda que estaba afuera de la escuela.
Ahí
estaba la chica que atendía. Entré y la confronté.
—Tú me
diste la revista, sabías que adentro estaba el ritual. — Cada vez estaba
gritándole más —Todo esto es culpa tuya.
— No sé
de qué me estás hablando —Me dijo confundida.
— No te hagas
tonta, ¿por qué me regalaste esa revista?
— Son
revistas viejas que nunca se vendieron y mi jefe me dijo que las obsequiara a
todos los que compran algo de Evangelion — Señaló a la puerta — ¿No viste el
letrero en la entrada?
Era
verdad. Había un letrero que decía "En la compra de cualquier artículo de
Evangelion te regalamos una guía de episodios". Yo no lo había visto
antes.
Me
mostró una pila de revistas iguales a la que me había dado. Las revisé como
desquiciado, pasaba las páginas rápidamente esperando que de alguna de ellas
cayera un papel con el ritual escrito.
Nunca
sucedió tal cosa. La chica de la tienda se enojó porque yo había tirado en el
piso todas las revistas que descartaba.
— ¡¿Qué
estás haciendo pendejo?! — Me arrebató de las manos las revistas — ¡Si no vas a
comprar nada vete a hacer desmadres a tu casa!
—
¡Pinche vieja! — Le respondí. Y salí de la tienda azotando la puerta.
Estaba
frustrado. Una parte de mí creyó en su explicación. Pero otra parte necesitaba
culparla y aún pensaba que ella tenía algo que ver en todo esto.
Sin idea
de a dónde ir o qué hacer, mi último recurso fue realizar una búsqueda en
Internet.
"Ritual
de los 17 ángeles de Evangelion" Lo puse en el buscador, pero no encontré
ningún resultado similar. Aunque en el proceso de búsqueda me topé con un foro
llamado "Los hijos de Lilith".
Era un
foro de discusión especializado y parecía ser muy serio. Era distinto a los
grupos de las redes sociales donde se burlaron de mí. Parecía que había
encontrado a verdaderos expertos.
Sin
dudarlo, me registré en el foro con el nombre de usuario
"XShinjiX123" que fue lo primero que se me ocurrió.
En lugar
de contarles lo que me estaba sucediendo, pensé que sería mejor idea hacer un
post preguntando si alguien conocía o había escuchado algo sobre el ritual.
Poco
después de que terminé de escribir mi pregunta en el foro, un compañero de
clase me mandó un mensaje con una fotografía inquietante. Era una mujer tirada
en el piso y ensangrentada.
— ¿Qué
es esto? —Le pregunté sin entender nada — ¿Por qué me lo envías?
— Míralo
bien. Es la chica encargada de la tienda de anime. La conoces, ¿no? — Me
preguntó — Sucedió después de clases, la atropelló un auto, lo vimos todo y fue
muy sangriento. Te lo perdiste por no venir a clases.
Me quedé
congelado. Ni siquiera pude responderle. Primero sucedió con Edgar, y luego con
ella.
No podía
ser una coincidencia. Por alguna razón, las personas con quienes me enfadaba y
los maldecía, sufrían un destino terrible.
Recordé
lo que decía el ritual, además de darte el entendimiento de Evangelion, "otorga
el poder de los ángeles" ¿Y cuál es el poder de los ángeles, sino matar
humanos?
Revisé
el foro de los hijos de Lilith para ver si mi post ya tenía alguna respuesta.
Pero al entrar al foro, no encontré mi post por más que lo busqué. ¿Acaso lo
habían borrado?
Lo volví
a escribir y publicar. Refrescaba el navegador cada cinco minutos esperando una
respuesta.
Pero en
uno de mis intentos, en el navegador apareció la leyenda "La página que
buscas no existe"
¡¿Qué
rayos?! ¿De nuevo lo habían borrado?
Me di
por vencido. No tenía nada más que intentar. Estaba totalmente deprimido.
Resignado a pasar el resto de mis días viendo Evangelion una y otra vez con
escenas perturbadoras y enfermizas que sólo yo podía ver, a tener alucinaciones
y ver a Rei en la calle o en mi escuela, a vivir con el embrión de un ángel
implantado en mi mano. Seguramente seguiría creciendo hasta que me consumiera y
me matara. Ese era mi destino, yo era culpable por hacer el ritual.
Intenté
seguir con mi vida lo mejor que pude, pero cada vez estaba peor. En la escuela
me alejaba de mis compañeros. No quería hablar con nadie. Durante el descanso,
todos estaban jugando futbol. Me invitaron, pero me daba miedo que a mitad del
juego se cayera mi vendaje y todos vieran al embrión, o que en un descuido, yo
maldijera a alguien y entonces le sucediera otro "accidente" a una
persona inocente. Me senté sólo en un lugar apartado y los veía desde lejos.
Estaba
perdido en mis pensamientos, en mis miedos y preocupaciones, pero cuando me
percaté, alguien se estaba acercando a mí. Era uno de mis compañeros, el chico
raro que estaba en la tienda de anime el día que comenzó todo. Yo ni siquiera
sabía su nombre, sólo sabía que era del último año. Me pregunté qué quería
conmigo. Se acercó demasiado a mí, tanto que me hizo retroceder.
— Tú
eres XShinjiX123, ¿verdad? — Me dijo con una voz que reflejaba una completa
frialdad.
Esa
pregunta me paralizó. ¿Cómo podía saberlo?
No pude
ni siquiera tartamudear una respuesta, estaba en shock.
—
¿Hiciste el ritual? —Insistió.
Enseguida
me tomó por el brazo. Me jaloneó y forcejeamos, pero él tenía demasiada fuerza.
Con un
solo tirón me quitó el vendaje de la mano y el embrión de Adán quedó al
descubierto.
— Lo
sabía.
Enredé el
vendaje alrededor de mi mano tan rápido como me fue posible. Cuando finalmente
pude reaccionar, le pregunté — ¡¿Cómo lo sabes?!
— Yo soy
el administrador del foro. — Confesó.
— ¡¿Tú
borraste mis preguntas?!
— Sí,
fui yo. — Me respondió con cinismo — No vuelvas a intentarlo.
— ¡¿Pero
por qué?! Eres un... — La ira se estaba apoderando de mí, pero me contuve. Ya
sabía las consecuencias de maldecir a alguien — ¿Qué sabes sobre el ritual?
Cuando
le hice esa pregunta, se quitó el guante de cuero que llevaba en su mano y me
la mostró.
Tenía
una enorme cicatriz y también lo que parecían quemaduras.
— Yo
también hice el ritual hace un tiempo. —Volvió a colocarse el guante — En mi
locura y desesperación traté de quemar el embrión, también traté de
arrancármelo con un cuchillo... pero volvió a crecer. Es inútil. Se apodera de
ti, domina tus pensamientos y con el tiempo también tus acciones.
— Pero
ahora ya no tienes el embrión —Yo estaba totalmente confundido — ¿Cómo te
deshiciste de él?
— El
ritual es una maldición. —Guardó silencio por unos instantes y continúo — No la
puedes deshacer, sólo la puedes pasar...
Tardé
unos segundos en comprender sus palabras, pero finalmente lo hice.
Lo
entendí. Ahora todo tenía sentido. Él estaba ahí el día que compré la figura
del Eva y la chica me regaló la revista.
Todo el
miedo y la frustración que había pasado esos días, se convirtieron en una furia
que me dominó por completo. Tomé a mi compañero del cuello de su sudadera y lo
puse contra la pared.
— ¡Tú
pusiste el ritual ahí! ¡¿Verdad?! ¡¿Fuiste tú?! — Estaba presionando tanto que
él comenzó a toser — ¡Tú me hiciste todo esto! ¡Es culpa tuya!
— Sí,
fui yo. — Respondió en medio de un ataque de tos provocado por la presión que
yo ejercía entre la pared y su cuello.
— ¡¿Por
qué lo hiciste? — Me empujó y se liberó de la posición en la que lo tenía — Si
tú también hiciste el ritual, debes saber que puedo matarte con el simple acto
de maldecirte, ¿No?
— Sí,
pero sé que no lo harás.
— ¿Por
qué estás tan seguro?
— Porque
soy el único que sabe exactamente como librarte de todo esto. Y si me matas
nunca lo sabrás.
Respiré
profundo y me tranquilicé. Después de todo, él tenía razón. Quizás él era el
culpable de que yo estuviera condenado a esa maldición, pero al mismo tiempo
era la única persona que podía ayudarme. Así que me controlé y le supliqué.
— Por
favor, dime cómo puedo deshacer el ritual.
— Primero
dime, no has visto la película The End Of Evangelion aún, ¿o sí?
— No,
aún no. ¿Qué pasa si la veo...? No me digas que podría provocar el tercer
impacto...
— No,
eso no. Pero después de verla, todas las personas que quieres morirían. Una a
una, hasta que te quedas solo.
— ¿Eso
fue lo que te sucedió a ti?
Guardó
silencio y no contestó nada. Pero su mirada triste y el silencio fueron la
respuesta.
— Sólo
no la veas. Aunque sientas unas ganas incontrolables de hacerlo, no lo hagas.
Si tienes una copia de la película, destrúyela. Si tienes Netflix, cancela tu
suscripción.
— Está
bien, lo haré. ¿Pero cómo puedo deshacer el ritual?
— Ya te
lo dije. Es una maldición. No la puedes deshacer, sólo la puedes pasar... a
alguien más.
— ¿Y
cómo hago eso?
— Tienes
que lograr que alguien más haga el ritual.
Esa fue
su respuesta final. Básicamente tenía que hacerle a alguien más lo que él me
hizo a mí.
Tuve la
mala fortuna de ser su víctima. Pero no lo culpo. Entiendo perfectamente la
desesperación, el miedo y la angustia por la que él pasó.
Pero
¿quién estaría tan loco como para intentar hacer un ritual así?
La
verdad es que hace poco, encontré un canal en Youtube llamado "Evil
Doge" en el que siempre hablan de Evangelion. Por lo que he visto, sus
seguidores están suficientemente locos y creo que harían cualquier cosa por
entender Evangelion. Así que mi plan es contactar a algunos de ellos por
mensaje privado y decirles el ritual. Estoy convencido de que alguien va a caer.
PERDON PERO ME REI DEMASIADO AJAKJAKKHJSKALKJOKA NO PUEDO JAKAJAKL;LMSOAPLMNI0W-LMNJIE;z, XCNFI9E0W-LZNXHF9R3=2Q;LA
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