Hola. Saludos a todos. Bienvenidos a un nuevo post en este blog.
esta vez se trata de una pieza reflexiva. No quiero hablar de un video juego en específico, sino de los video juegos en sí.
Si los video juegos fueran una persona, estarían en su etapa adulta, serían ya un adulto hecho y derecho. Y ahora mismo cuentan con una popularidad INMENSA. Mucho se ha comentado que los video juegos actualmente son una industria millonaria, que ya supera incluso a otras industrias como la del cine. Y justamente en el post anterior, el de la magia de Rockstar parte 2 comentaba como los juegos AAA tienen un desarrollo comparable o incluso más grandioso que el de los grandes blockbusters de Hollywood, más dinero invertido, más ganancias y más personas involucradas en el trabajo de su desarrollo.
Así que si pensamos en los video juegos como una persona adulta, sería nuestro gran amigo, y muchos lo conocimos mientras eramos niños y él también era un niño, las nuevas generaciones comenzaron a jugar desde pequeños, pero el Sr. video juego ya era un adulto o un adolescente.
Algo que me parece alucinante de pensar es que a pesar de que los video juegos ya son un señor adulto, por la cantidad de años que tienen en existencia, son, como medio de entretenimiento, algo extremadamente nuevo. Es decir, que muchos de los padres fundadores de los video juegos, las personas que son responsable del nacimiento de esta maravillosa forma de entretenimiento, afortunadamente están aquí con nosotros. Por ejemplo, si piensas en muchos años más, cuando tengas nietos y les platiques "Yo estaba ahí cuando Mario Bros se hizo famoso, veía a su creador Shigeru Miyamoto en los Nintendo Direct" Quienes son más veteranos, podrán incluso decir, "Mi primera consola, fue una consola de la primera generación". Y es que si nos detenemos a pensar, en un nivel muy básico, los video juegos son una forma de entretenimiento, pero una bastante nueva aún, sí comparamos a la historia de los video juegos con la historia del cine por ejemplo, o de la música.
Pero, ¿qué son los video juegos? Pues son muchas cosas. Como ya dije, en su nivel más básico son una forma de entretenimiento. Son también un producto. Se trata de una industria.
Pero si me lo preguntan a mí, en primer lugar los video juegos son un arte y en segundo lugar son un producto cultural. ¿Cómo es eso? Pues, podemos estar de acuerdo en el cine, la música y la literatura son artes. Bueno, los video juegos tienen todo eso, incluyen cinemáticas, incluyen música, incluyen literatura y algo extra, que las otras formas de arte no tienen: Un gameplay. Un reto o un elemento jugable. Eso pone un punto y aparte entre los video juegos y todas las demás formas de entretenimiento. Y son un producto cultural, porque son hijos de una cultura, de su misma cultura y además de toda la cultura que incluyen en sí mismos.
Cada video juego expresa ideas, transferir muchas ideas, puede contar una historia, puede educarnos, puede hacernos aprender sobre una variedad ilimitada de temas, puede despertar nuestra curiosidad, puede ampliar nuestros horizontes y puede transmitir muchas emociones.
¿A ti por qué te gustan los video juegos?
A mí, por la experiencia que ofrecen, también por el reto. Cada video juego superado es una experiencia nueva y un pequeño logro o dependiendo del juego o el nivel del reto, quizás un gran logro. Algo que nos costó mucho trabajo, que nos hizo superarnos, mejorar nuestras habilidades.
Creo que los video juegos nos enseñan a no rendirnos, a intentarlo de nuevo, a intentarlo muchas veces.
Pero hay otro aspecto de los video juegos que me gusta y me hace reconocer que los video juegos me gustarían incluso si no los jugara y si simplemente fuera un espectador.
Pero la verdad es que muchas veces pasa así. Hace algunos años, tenía mucho tiempo libre para jugar, podía devorar un juego tras otro, jugar muchas horas seguidas, desvelarme con el televisor encendido y alguna consola que me acompañaba en mis aventuras. Pero todos crecemos y la vida adulta tiene más compromisos, responsabilidades y menos, mucho menos tiempo.
Así que hoy en día es común que siga interesado en el mundo de los video juegos, que me mantenga más o menos actualizado en las novedades de este mundo, que tenga interés y vea eventos como las conferencias del E3, las transmisiones de Gamescom o los Game Awards. Y sé muy bien que de todas esas toneladas masivas de juegos que se anuncias y que me parecen geniales por sus trailers, quizás pueda jugar uno o dos de ellos durante el año. Así que el resto de los juegos sólo los miro.
Me convierto en un espectador, veo los Game Awards, donde se premian los mejores juegos del año, pero yo quizás jugué uno o dos juegos, aunque el resto de los juegos los conozco, he visto videos, he leido sobre ellos, lo que opinan otras personas que sí los jugaron.
Y disfruto de todo eso, a pesar de no jugar, de ser sólo un espectador.
Y cuando digo "espectador" no me refiero a ver streamings de cómo otras personas juegan video juegos, por supuesto que eo es interesante también, pero el punto a que quiero llegar va más allá.
Disfruto de las historias de los video juegos y de las historias que se tejen al rededor de estos.
Los video juegos tienen mucho que contar también como un fenómeno cultural, como industria.
En esas historias que se van creando conforme este medio avanza, hay héroes, hay villanos, hay tragedias, hay romances y hasta hay comedias.
Toda esta reflexión surge de ciertos videos que vi (como ya es costumbre) en Youtube. Una serie de dos documentales, se podría decir. Específicamente sobre la Sega Dreamcast.
Estos videos son fantásticos. En lugar de tener un narrador que te cuente la historia de la Sega Dreamcast, todo es narrado por los entrevistados. Este "documental" es una compilación de entrevistas a los desarrolladores de video juegos directamente relacionados en la creación de los juegos para Dreamcast. Opinando desde el nacimiento de la consola, las maravillas tecnológicas que se podían lograr con ella en esa época, los juegos que desarrollaron, hasta la dolorosa muerte de la consola y una parte de Sega con ella.
En especial llamaron mi atención las historias de los desarrolladores que eran muy jóvenes, de veinte y tantos años, que habían trabajado ene juegos de Sega Genesis y Saturn (cuando eran aún m´+as jóvenes) pero en la era de la Dreamcast, ellos se convirtieron el dream cast, en las estrellas, en quienes llevaron las riendas. Y la Dreamcast es una máquina maravillosa, con un diseño adorable.
No tuve la fortuna de tener una propia, pero sí de jugar en la de un amigo.
Lo alucinante era la cantidad de ports de arcades que tenía y ese siempre fue un punto fuerte de Sega, una compañía que siempre tuvo una muy fuerte presencia e influencia en el mundo Arcade, que lo definieron y revolucionaron.
Curiosas son las anécdotas de estos jóvenes japoneses desarrolladores de juegos de Dreamcast, que estaban llenos de vitalidad y entusiasmo. Por ejemplo, hay uno que dice que para él y su equipo era normal tener reuniones de trabajo a las 2 AM, que las calles estaban llenas de gente y siempre había locales de comida abiertos a esas horas. Wooow... ¿A qué hora dormían? También comenta que curiosamente trabajaba en dos juegos rítmicos distintos al mismo tiempo y que su humor cambiaba de día y de noche para trabajar en un juego o en otro. Durante el día siempre se sentía en el humor y ambiente para trabajar en Space Channel 5 y durante la noche cambiaba su humor y se sentía en el ambiente adecuando para trabajar en Rez. Nuevamente me pregunto a qué hora dormía ese hombre...
Al final, los desarrolladores hablan del fracaso y la muerte del Dreamcast y del cierre de la división de hardware en Sega, porque como todos sabemos, no volvieron a fabricar consolas nunca más.
Y todos tienen la misma respuesta a las preguntas, todos tienen más o menos el mismo razonamiento. La Dreamcast falló por una serie de circunstancias, por diversos motivos y no por sólo uno.
La mayoría de los entrevistados se disculpan, se siente responsables por el fracaso de la consola.
Realmente me daban ganas de meterme a la pantalla y decirles que no es un fracaso, ¡Que crearon algo maravilloso! Que son parte de la historia, que Sega Dreamcast y sus juegos son muy valiosos y peculiares.
Así que el gusto por los video juegos puede ser raro. No me gusta sólo jugar, sino también ser espectador. Ver documentales de una consola que nunca tuve y aún así me mueve muchas emociones, lo disfruto bastante. Por eso, más allá de jugar video juegos, se puede volver apasionante su historia, su preservación e incluso ser un simple espectador.
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